VII Introduccion Grados de oración
Oración Séptima
Los Grados de Oración.
1. Titulo
Oración: “Todos los caminos de los
orantes llevan Cruz”
2. Hoy con
esta oración responderemos a la pregunta: ¿Por cuál camino debemos ir?
3. Introducción
desde el Carisma:
Siempre en la vida espiritual y en el lenguaje teológico, para hablar de orantes se ha hablado de tres clases de personas, los principiantes que son los que comienzan oración, en los escritos de Teresa de Jesús, la Santa Madre aparecerán como los “primeros”, luego se habla de los aprovechados que Teresa de Jesús llamará “medianos”, y posteriormente los perfectos que dirá Teresa son “los postreros”. Nuestro principal objetivo es conseguir este bien de la oración “hablando de los principios de los que ya van determinados a seguir este bien y a salir con esta empresa”, “el trabajo es más fuerte “, “porque son ellos los que trabajan dando el Señor el caudal”, que en los “otros grados de oración lo más es gozar”, pero Teresa de Jesús advierte “primeros y medianos y postreros todos llevan sus cruces, aunque diferentes”, así gocemos del don de la contemplación perfecta llevamos cruz, la razón es “que por este camino que fue Cristo han de ir los que le siguen”, y aclara la Santa Madre Teresa “si no se quieren perder”.
Santa Teresa de Jesús, Libro de la Vida, cap. 11 n. 5: cf. V
11,5
4. Oración escrita y dirigida:
ORACION Séptima sobre los grados de oración
Hoy con esta oración queremos entregarte una margarita, signo de la contemplación, cierra tus ojos y recíbela.
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor Dios nuestro, en el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ahora te invito a rezar el avemaría, haciendo consciencia de
lo que decimos.
Dios te salve María llena eres de gracia, el Señor está
contigo, bendita tu eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu
vientre Jesús, Santa María Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y
en la hora de nuestra muerte. Amén.
Señor Jesús, en este camino de oración, vengo buscando la vida, tú me darás tu espíritu, me acerco a ti fuente de agua de vida, “tú eres el único que puedes guiarme a los manantiales de las aguas de la vida” (Ap. 7,17). “Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba” (Jn. 7,37). Señor Jesús, tú dijiste que enviarías a la tierra no hambre de pan, ni sed de agua, sino hambre y sed de oír la Palabra de Dios, dame sed de escucharte. Quiero seguirte aunque sé que me esperan trabajos y cruces, pero contigo todo será más fácil, “hacia fuentes tranquilas me conduces”. Amén
Canto: Cristo es mi
prometido- Santa Teresita del Niño Jesús
6. Compromiso del día: Mirar una imagen de Cristo.
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